24.9.07

 

Nacionalismo banal

En este blog, en el que varias veces he criticado los nacionalismos, he intentado siempre dejar claro que bajo este nombre incluyo también el mayor, es decir, el de los estados ya formados. En lo que a mí me afecta, el español. Existe la tendencia a llamar nacionalismo sólo el intento de convertir las naciones en estados, y no el de los que crean las naciones a partir de los estados. Como yo no creo en naciones, ambos intentos me parecen equivalentes, y no acepto el que se llame nacionalismo sólo a uno de ellos, y mucho menos que se llame patriotismo al nacionalismo bueno, y nacionalismo al patriotismo malo, como tantos hacen.

Me ha parecido necesario repetirlo, porque el nacionalismo de Estado suele pasar desapercibido, parece que es natural como el aire, y los propios nacionalistas no lo consideran tal. Lo acaba de describir muy bien el ensayista Javier Ortiz en su blog, y me alegra aprovechar esa circunstancia para reiterarlo, y porque su texto me evita extenderme en algo que yo explicaría peor.

Es lo que se llama nacionalismo banal, en una terminología muy acertada del sociólogo Michael Billig.

Queda dicho: es muy fácil declararse anacionalista, y luego no ver la viga en el propio ojo.


6.9.07

 

Contra las bombas de racimo

Se ha lanzado en la Red una campaña para solicitar la prohibición de las bombas de racimo, una de las armas más crueles (porque sirve no para ganar guerras, sino para hacer daño porque sí) de las inventadas por el ingenio inhumano. Me adhiero de buena gana.

Campaña de SAT sobre las bombas de racimoEn la web de la Asociación Izquierda y Esperanto se publicó el año pasado un llamamiento similar, y desde la Asociación Anacional Mundial (SAT) se han llevado a cabo diversas acciones internacionales, que culminaron en la adhesión a la Coalición contra las bombas de racimo. La campaña en España fue débil, pero ahora es el momento de retomar el asunto y ponerse manos a la obra.

Aquí están las direcciones de los portavoces de los grupos parlamentarios en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso:

fatima.aburto@diputada.congreso.es, gustavo.aristegui@diputado.congreso.es,rm.bonas@diputada.congreso.es, jaduran@diputado.congreso.es,bego.lasagabaster@diputada.congreso.es, gaspar.llamazares@diputado.congreso.es

Estimado/a Sr/a.

Le escribo para expresarle mi preocupación por la posición española en el actual proceso de Oslo, en relación con las bombas de racimo.

Como sabrá las bombas de racimo suponen un peligro para los civiles en un conflicto bélico debido a su imprecisión y a su amplia dispersión. Esta falta de distinción entre objetivos civiles y militares atenta contra los principios del Derecho Internacional Humanitario. Pero no solo eso sino que las bombas de racimo se convierten, posteriormente, en una suerte de minas antipersona. Mucho más peligrosas que éstas ya que si las minas necesitan ser pisadas para estallar, la submunición de las bombas de racimo pueden activarse de muchas maneras, incluso por el viento. Sin olvidar que, por su forma y color, resultan atractivas para los niños, quienes se han convertido en sus principales víctimas en todo el mundo.

Campaña sobre las bombas de racimoA principios de este año se inició un proceso encabezado por Noruega, el proceso de Oslo, que en su declaración establece como meta la ratificación de un tratado en 2008 para erradicar estas armas que provocan un daño y un sufrimiento desproporcionados. España se ha unido a este proceso pero ya en la reunión que tuvo lugar en Lima durante el mes de mayo pasado ha mostrado reticencias a conseguir un tratado que prohíba todos los tipos de bombas de racimo.

En particular, España ha intentado que se deje fuera del tratado aquellas bombas de racimo cuya submunición tenga un mecanismo de autodestrucción. Esto no parece aceptable. Estos mecanismos fallan. El porcentaje de submunición sin estallar en las bombas de racimo puede llegar a alcanzar el 25%. En los bombardeos de verano de 2006 sobre el Líbano, el ratio de pequeñas bombas sin estallar alcanzó cotas de entre el 30 y 40% según los expertos en desminado de Naciones Unidas en la zona.

Me dirijo a usted, en primer lugar, para conocer su postura, y la de su partido, sobre esta cuestión; en segundo lugar, para instarle a conseguir que España ratifique un tratado a favor de la eliminación total de estas armas. Sin excepciones.

Quedo a la espera de su respuesta.

Atentamente,

Hay que acabar con este tipo de armas ya. Luego iremos a por las otras, pero si no empezamos por las más obvias, todo se quedará en buenas palabras.


4.9.07

 

El esperanto es así

Mi nombre es Manuel Pancorbo y normalmente escribo en mi propia bitácora, pero sólo en lengua esperanto. Es por eso que he pedido a mi amigo Toño que haga el favor de publicar esta pequeña reseña en su blog.

El esperanto es un fenómeno único o, al menos, presenta unas características inusuales, precisamente por tratarse de una lengua internacional. Muchos se burlan de la pretensión de internacionalidad del esperanto, pero aquí os presento un bello ejemplo de cómo ésta se manifiesta.

Beletra AlmanakoEstá a punto de salir una nueva publicación periódica en esperanto, llamada Beletra Almanako (Almanaque Literario). Pues bien, el redactor principal de esta revista es un español, Jorge Camacho, que vive a caballo entre España, Taiwan, Estrasburgo y Bruselas; hay otros dos redactores, István Ertl, un húngaro que vive en Luxemburgo, y Probal Dasgupta, indio. Lo edita la editorial Mondial, dirigida por Ulrich Becker, un alemán que vive en Nueva York. Todos ellos, evidentemente, se comunican y se coordinan mediante dos instrumentos admirables: internet y... esperanto.

El primer número de la revista recoge contribuciones de casi todos los rincones del mundo: China, Japón, Italia, Holanda, Suecia, Finlandia, Islandia, Brasil... Mención aparte merece el ensayo "La normala lingvo", premiado en un reciente concurso literario y escrito por el autor habitual de este blog (quien, por cierto, NO me ha puesto como condición esta coletilla para acceder a publicar esta nota).

Eso es lo que queremos decir cuando hablamos de "una lengua internacional" ;-)


2.9.07

 

Para ser un buen patriota, mejor ser extranjero

Hace unas semanas coincidieron en los periódicos varias noticias, en las que, a pesar del carácter muy distinto de sus protagonistas, me llamó la atención un rasgo común: el papel de un extranjero como abanderado del patriotismo.

Ahí tenemos el caso de José Ignacio (Iñaki) de Juana Chaos, que se ha convertido en el estandarte del patriotismo vasco (no sé todavía la diferencia entre patriotismo y abertzalismo, así que vamos a utilizar el término traducido). Y eso a pesar de sus apellidos, que conducen directamente a su historia familiar, sin ninguna raíz vasca. No es el único: parece que los atentados más salvajes de ETA los cometen gente con apellidos gallegos (Troitiños y así).

Hay otros casos en los nacionalismos catalán y español. Sin entrar en detalles, ahí está el caso de Carod, de raíces aragonesas. O el del antiguo Partido Popular, cuando las principales declaraciones extremistas las efectuaban señores con apellidos como Verstrynge o Kirkpatrick.

No ocurre sólo aquí, claro está. El vencedor de las últimas elecciones belgas, Yves Leterme, obtuvo un resultado espectacular azuzando los sentimientos nacionalistas flamencos, a pesar de que su padre es valón y su lengua natal era el francés.

También se puede citar la elección de Nicolas Sarkozy como nuevo presidente de la República Francesa, gracias entre otras razones a la utilización de un discurso anti-extranjeros, tendente a agradar al electorado francés más xenófobo. Sin embargo, como es sabido, su padre era húngaro y parte de la familia de su madre procede de sefardíes de Salónica. Su mujer, Cécilia, nieta de Isaac Albéniz y prima segunda del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha presumido públicamente de no tener una sola gota de sangre francesa.

No parece a priori que Sarkozy fuera candidato a mantener un discurso exaltador de la grandeur francesa, pero yo no veo contradicción en ello. Es completamente congruente con la tesis que expuse en esta bitácora hace algún tiempo: que las naciones no son algo con existencia objetiva, y que las personas pueden elegir su nacionalismo. Para los nacionalistas lo importante es tener una (y sólo una) patria. Cuál sea esta es un asunto secundario.

Pero eso ya lo explicó mejor hace ya unos cuantos años un escritor en esperanto:

Cuando, en mi juventud, observé que Napoleón en realidad no era francés, sino corso, dije: qué curioso. Después, cuando constaté que Hitler no era alemán, sino austriaco, murmuré: qué interesante. Y cuando apareció el hecho de que el poeta nacional de Polonia, Adam Mickiewicz, no era polaco, sino más bien lituano o “litovo”, grité “¡Ajá!” e inmediatamente formulé mi teoría. Y mi teoría reza así: Todos los grandes patriotas son extranjeros en el país que proclaman.(...)

Así que investigué. Y encontré que Sandor Petőfi, el joven e inflamado poeta que murió luchando por la libertad de Hungría, en realidad no era húngaro, sino servio. Robert Bruce, el patriota y rey escocés, que destrozó las cohortes inglesas junto a Bannockburn en 1314, procedía él mismo de una familia noble inglesa. El presidente irlandés De Valera, que luchó ardientemente contra los ingleses y se libró por poco de la ejecución, era hijo de padre español (como muestra su apellido) y madre irlandesa, y nació en Nueva York: ¡una receta perfecta para un patriota irlandés! Y el héroe albano Skanderbeg era una mezcla similar de servio y musulmán, que renegó de ambas filiaciones para ir a liberar Albania de los turcos – ¿o quizás no venía incluso de más lejos, de Escandinavia, de antepasados con apellido Skandeberg? (...)

¿Pero qué causa este fenómeno, que estos bravos patriotas no son en absoluto indígenas de los correspondientes países? Mirad, queridos, un asunto simple de psicología. El inmigrante se siente inseguro en el nuevo medio, y por eso trata de adherirse a la tierra de acogida con una fidelidad especialmente firme. Así que termina siendo incluso más ardiente y vociferante que los nativos.

Por cierto, el autor del artículo era Reto Rossetti, un inglés de origen suizo italiano, que muestra que, afortunadamente, esta regla también tiene excepciones, y que se puede estar ligado a varias patrias, e incluso no tener necesidad de ninguna.