25.3.10

 

Presidenta, ¿por qué no?

Cuando me hablan de la artificialidad del esperanto, en general como un valor no muy positivo, me gusta insistir en que todos los idiomas son creados, que todos evolucionan, y que la variabilidad de las lenguas no siempre es espontánea, y tiene mucho que ver con las estructuras sociales y las corrientes de ideas. Ya escribí en otro momento sobre lo difícil que es argumentar sobre un idioma construido, por los prejuicios que existen sobre el lenguaje.

Viene esto a cuento de que acabo de recibir por enésima vez uno de estos mensajes en cadena, al parecer escrito por una profesora de lengua, que argumenta sobre la “tontuna lingüística”, en relación con ciertos giros no sexistas que se están incorporando al español moderno. No reproduzco el mensaje completo, que supongo que muchos ya han recibido, y aquí pongo un enlace a una de las variantes. Cito, sin embargo, la parte que me ha llamado la atención:

[cuando era estudiante] aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. Aprendí que se dice "Presidente" y no Presidenta, aunque sea una mujer la que desempeñe el cargo.
Y... vamos con la Gramática.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "el ente", que significa "el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte".
Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.

Hombre, pues no, por mucho que lo diga una profesora de lengua. Toda la vida he oído hablar de dependientas y clientas, y si la palabra presidenta se oía menos es porque no había tantas. Por existir, desde niño hasta me han hablado de las elefantas.

La verdad es que me extraña mucho que una profesora de lengua no sepa que el lenguaje evoluciona, que las terminaciones que una vez se emplearon pueden dejar de usarse, que no estamos constreñidos a usar siempre los mismos sufijos. No digo que todo valga, ni que quien prefiera soluciones tradicionales tenga el derecho de usar las expresiones que le suenen mejor, pero me parece que el texto y, sobre todo, el hecho de que goce de esa popularidad, muestran los prejuicios que existen sobre cómo debe ser un lenguaje.

Yo mismo soy un partidario de adaptar el lenguaje a las circunstancias sociales, como se hacía cuando había menos gramático aficionado. Y por eso intento evitar el lenguaje sexista, incluso en esperanto, a la vez que trato de hacerlo de forma moderada y progresiva, como siempre se ha hecho. Soy consciente de que el lenguaje no cambia por sí solo la sociedad, y de que no se puede forzar gramaticalmente lo que no se hace socialmente. Pero incluso en esto se puede avanzar.

También el mensaje aludido es un signo, cómo no, de una determinada opción ideológica, que se disfraza de argumentación filológica. Creo que a él mismo le aplica su propio comentario:

(...) nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).

También yo me pregunto si el escritor (o escritora) del mensaje escribe esto por motivos ideológicos o por ignorancia de la gramática de la lengua española (con minúsculas, por favor). Y también creo que por las dos razones.

No sólo es una ignoranta, sino que es una carca. Y se está haciendo vieja. ¡Si hasta echa de menos la EGB!


21.3.10

 

En papel (3)

Si en los anteriores textos de esta serie (1 y 2) hablaba de textos que los lectores castellanoparlantes iban a tener alguna dificultad en apreciar, ahora me toca hablar de un libro que podrán disfrutar sin barreras. En este caso mi contribución ha sido minúscula, apenas alguna corrección, aunque espero que a partir de ahora pueda conlaborar más en la parte más difícil: venderlo.

Y digo que será difícil su venta no por razones propias del libro, que merece ser leído, sino por cuestiones editoriales: la obra ha sido editada por una asociación pequeña, y los canales de distribución son difíciles en el actual mercado editorial español para una obra con esta característica.

Pero antes que nada hay que presentar la obra: se trata de las “Crónicas del movimiento obrero esperantista”, un repaso histórico por este movimiento muy desconocido, pero muy interesante. El autor es Antonio Marco Botella, del que ya he hablado en anteriores ocasiones como la persona que más ha trabajado en el desenterramiento de la historia de los esperantistas españoles, y del que también tengo en esta web algunas traducciones. El libro ya había aparecido en 1996 en esperanto, con el título “Laboristaj kronikoj”. La versión actual es sobre todo una traducción, con ligeros añadidos, una breve actualización, y una clara mejora en la calidad formal de la edición.

El libro ha sido editado por la “Asociación Izquierda y Esperanto SAT-en-Hispanio”, la entidad que actualmente mantiene la antorcha de ese movimiento obrero esperantista que durante muchos años mostró una gran vitalidad, y del que formaron parte luchadores de diferentes tendencias, no siempre bien avenidas, que vieron en el esperanto una forma de saltar las barreras que sus explotadores tendían para dividir a quienes tienen más en común de lo que les separa. En este artículo reciente en Suite101 he resumido algunos de sus principales hitos.

En el trabajo editorial no puedo dejar de mencionar la labor de mi amigo Pedro Sanz, que ha sido el alma, tras el autor, de la aparición de la obra.

Como decía, ahora queda lo más difícil, hacer que llegue a manos de su público. La presentación oficial tendrá lugar el próximo mes de abril, aunque ya ahora se puede adquirir en la web de la propia asociación que lo ha publicado. Espero que se puedan encontrar otros canales de distribución, porque el libro debería ser de interés para todas aquellas personas que se interesen por la historia del movimiento obrero, por las iniciativas culturales de base durante el siglo pasado y en general por los movimientos sociales liberadores.