15.10.05
Para lo que sirve la lengua inglesa
¿Estamos los esperantistas en contra del inglés?
En ocasiones nos lo preguntan, porque de algunos de los argumentos que utilizamos puede parecer que así es. La realidad es que la mayoría de los que hablan esperanto no suelen tener problemas con el aprendizaje y el uso de otros idiomas, aparte del propio. Es más, alguna encuesta ha encontrado que en media solemos hablar mayor número de lenguas extranjeras que la mayoría de nuestros compatriotas no esperantohablantes. Yo mismo, como la mayoría de los esperantistas que conozco, me defiendo bien en inglés, y en algún idioma más, y me parece magnífico que la gente aprenda otras lenguas, viaje y se relacione con personas de otros países.
¿Cuál es pues el problema con el inglés? Bueno, a veces es difícil de explicar, pero creo que ahora lo puedo hacer con un ejemplo personal.
Hace unos días visité un parque de atracciones en las cercanías de Madrid, el parque de la Guárner. Bueno, el nombre exacto es "Warner Bros. Movie World", y como se ve ya aquí empieza el intríngulis.
Todos los nombres, desde el propio del parque, pasando por los personajes, las atracciones, las zonas, se encuentran en inglés. Pero, curiosamente, los carteles de señalización, las informaciones útiles, incluyendo las de emergencia, están sólo en castellano. Es decir, el inglés se emplea para los usos de prestigio, expresivos, los que intentan fascinar o seducir. Pero no existe ninguna consideración hacia los hablantes de otros idiomas, turistas o forasteros, que pudieran visitar el lugar.
Puede verse este fenómeno en la página web oficial del parque, que está sólo en castellano. Bueno, si tal puede considerarse una página donde aparecen los consabidos home, online, jobs, webmaster y similares, es decir, de nuevo el mismo fenómeno de prestigio. Para ser honesto, debo decir que hay una versión en inglés, pero de imposible acceso desde la página inicial. También debo mencionar, de paso, que éste no es el caso de, por ejemplo, Port Aventura, con un criterio lingüístico mucho más sólido, como puede verse ya desde la página web, consultable en seis idiomas.
No está de más recordar la curiosa circunstancia de que el parque de la Warner fue promovido y financiado en gran parte por una entidad pública, la Comunidad de Madrid , con un criterio realmente sorprendente en unos gobiernos que no han cesado de promover la iniciativa privada incluso en la construcción de infraestructuras. En este caso, ni respeto a la cultura local ni respeto a los visitantes no castellanoparlantes. Se piensa sólo en los españoles... y se les acoge en inglés.
En fin, que espero que ahora se vea lo que a muchos nos parece negativo del inglés (o de las palabras inglesas metidas en textos o conversaciones en español): que demasiado a menudo no se emplean para la comunicación, sino como elemento de distinción y aislamiento.
Está claro que, para comunicarse, el esperanto.
En ocasiones nos lo preguntan, porque de algunos de los argumentos que utilizamos puede parecer que así es. La realidad es que la mayoría de los que hablan esperanto no suelen tener problemas con el aprendizaje y el uso de otros idiomas, aparte del propio. Es más, alguna encuesta ha encontrado que en media solemos hablar mayor número de lenguas extranjeras que la mayoría de nuestros compatriotas no esperantohablantes. Yo mismo, como la mayoría de los esperantistas que conozco, me defiendo bien en inglés, y en algún idioma más, y me parece magnífico que la gente aprenda otras lenguas, viaje y se relacione con personas de otros países.
¿Cuál es pues el problema con el inglés? Bueno, a veces es difícil de explicar, pero creo que ahora lo puedo hacer con un ejemplo personal.
Hace unos días visité un parque de atracciones en las cercanías de Madrid, el parque de la Guárner. Bueno, el nombre exacto es "Warner Bros. Movie World", y como se ve ya aquí empieza el intríngulis.
Todos los nombres, desde el propio del parque, pasando por los personajes, las atracciones, las zonas, se encuentran en inglés. Pero, curiosamente, los carteles de señalización, las informaciones útiles, incluyendo las de emergencia, están sólo en castellano. Es decir, el inglés se emplea para los usos de prestigio, expresivos, los que intentan fascinar o seducir. Pero no existe ninguna consideración hacia los hablantes de otros idiomas, turistas o forasteros, que pudieran visitar el lugar.
Puede verse este fenómeno en la página web oficial del parque, que está sólo en castellano. Bueno, si tal puede considerarse una página donde aparecen los consabidos home, online, jobs, webmaster y similares, es decir, de nuevo el mismo fenómeno de prestigio. Para ser honesto, debo decir que hay una versión en inglés, pero de imposible acceso desde la página inicial. También debo mencionar, de paso, que éste no es el caso de, por ejemplo, Port Aventura, con un criterio lingüístico mucho más sólido, como puede verse ya desde la página web, consultable en seis idiomas.
No está de más recordar la curiosa circunstancia de que el parque de la Warner fue promovido y financiado en gran parte por una entidad pública, la Comunidad de Madrid , con un criterio realmente sorprendente en unos gobiernos que no han cesado de promover la iniciativa privada incluso en la construcción de infraestructuras. En este caso, ni respeto a la cultura local ni respeto a los visitantes no castellanoparlantes. Se piensa sólo en los españoles... y se les acoge en inglés.
En fin, que espero que ahora se vea lo que a muchos nos parece negativo del inglés (o de las palabras inglesas metidas en textos o conversaciones en español): que demasiado a menudo no se emplean para la comunicación, sino como elemento de distinción y aislamiento.
Está claro que, para comunicarse, el esperanto.