7.5.06
Desafiar a Babel
El 10 de mayo se presenta por fin la edición en castellano del libro "El hombre que desafió a Babel". Se trata de una biografía muy completa y amena del iniciador del idioma esperanto, Lázaro Zamenhof.
Como es sabido, al esperanto se diferencia del resto de lenguas casi sólo en un aspecto: que tiene fecha de nacimiento y un iniciador (es más habitual hablar de inventor o creador, pero a él mismo no le gustaban estas expresiones). Zamenhof diseñó los aspectos básicos de la lengua, aun hoy invariables, aunque dejó libertad para el desarrollo posterior bajo estas normas, y renunció a cualquier derecho de autor.
No obstante, su autoridad moral fue grande desde el comienzo. Es más, en los primeros tiempos no fue raro un cierto culto a la personalidad del llamado Maestro. Este aspecto, que quizás contribuyó a la imagen un tanto sectaria del movimiento esperantista, ha desaparecido casi por completo hoy. Sin embargo, es difícil sustraerse a la tentación hagiográfica al hablar de Zamenhof, y yo no tengo ningún problema en reconocer que sus ideas y actitudes son dignas de admiración todavía. De su actualidad da idea el que su figura haya sido comparada con Linus Torvald o con un moderno hacker.
Así que me alegro de que se publique el nuevo libro, y me gustaría recomendarlo incluso a las personas que, por cualquier razón, no tienen intención de aprender la lengua que él parió.
La biografía ahora editada en español se publicó originalmente en francés, y poco después en esperanto. También tiene ediciones recientes en coreano y lituano. Es una buena biografía, amena, con nervio. La traducción se ha hecho de forma colectiva, pero ha contado con la supervisión final de un traductor profesional, Alejandro Pareja, y el resultado final me parece muy bueno. Espero que ahora, como tantas otras veces, no nos falle la distribución.
Si quieres asistir a la presentación, acércate el 10 de mayo, a las 19,30, a la Librería Muga, en Vallecas. A ver si entre todos desafiamos a Babel.
Como es sabido, al esperanto se diferencia del resto de lenguas casi sólo en un aspecto: que tiene fecha de nacimiento y un iniciador (es más habitual hablar de inventor o creador, pero a él mismo no le gustaban estas expresiones). Zamenhof diseñó los aspectos básicos de la lengua, aun hoy invariables, aunque dejó libertad para el desarrollo posterior bajo estas normas, y renunció a cualquier derecho de autor.
No obstante, su autoridad moral fue grande desde el comienzo. Es más, en los primeros tiempos no fue raro un cierto culto a la personalidad del llamado Maestro. Este aspecto, que quizás contribuyó a la imagen un tanto sectaria del movimiento esperantista, ha desaparecido casi por completo hoy. Sin embargo, es difícil sustraerse a la tentación hagiográfica al hablar de Zamenhof, y yo no tengo ningún problema en reconocer que sus ideas y actitudes son dignas de admiración todavía. De su actualidad da idea el que su figura haya sido comparada con Linus Torvald o con un moderno hacker.
Así que me alegro de que se publique el nuevo libro, y me gustaría recomendarlo incluso a las personas que, por cualquier razón, no tienen intención de aprender la lengua que él parió.
La biografía ahora editada en español se publicó originalmente en francés, y poco después en esperanto. También tiene ediciones recientes en coreano y lituano. Es una buena biografía, amena, con nervio. La traducción se ha hecho de forma colectiva, pero ha contado con la supervisión final de un traductor profesional, Alejandro Pareja, y el resultado final me parece muy bueno. Espero que ahora, como tantas otras veces, no nos falle la distribución.
Si quieres asistir a la presentación, acércate el 10 de mayo, a las 19,30, a la Librería Muga, en Vallecas. A ver si entre todos desafiamos a Babel.