28.2.10
Un estudio de mentirijillas
Si eres una empresa y quieres hacerte publicidad en los medios de comunicación, sin pagar un duro, crea un estudio o una encuesta. Tal como están los medios de comunicación, con las reducciones de plantilla, el menor tiempo para preparar reportajes, y el miedo a que la competancia dé relevancia a una noticia que a ti te había parecido trivial, puedes conseguir un impacto mediático brutal con una inversión minúscula. No hace falta que le dediques mucho tiempo ni rigor: haces una encuesta (o te la inventas) sobre cualquier asunto relacionado con el sexo, y tu nombre (sea una marca de condones o de colchones, una cadena de hoteles, un portal de Internet) aparecerá en las noticias más vistas de los medios. Presentas un estudio llamativo, incluso si es chapucero, y tu consultora o fundación tiene asegurada publicidad, sin necesidad de contratar espacios muy caros. Es la simbiosis perfecta: a los medios les sirve para rellenar, sin necesidad de contratar a un profesional.
Hay muchos ejemplos en cualquier observatorio de la prensa, y me permito recomendar los que suele recoger Malaprensa, pero ahora voy a comentar uno de mi cosecha. En muchos medios, incluidos el Washington Post o Microsiervos, por citar dos muy diferentes, se ha recogido el estudio de una consultora que mostraba la disminución porcentual del uso del inglés en Twitter, gracias a una herramienta que detecta el idioma de los escritos, y del cual se obtiene que en esa red se escribe en 41 idiomas. Inmediatamente, dado que yo mismo tuiteo en un idioma no muy habitual, el esperanto, me he dirigido a encontrar el estudio original, cosa que al parecer no ha hecho ninguno de esos medios, que enlazan a la web de la consultora, pero no a los resultados del estudio.
Como casi me esperaba, me he encontrado un estudio de lo más simple, sin rigor, en el que se listan 41 lenguas, sin mucho criterio (por ejemplo, se juntan el malayo y el indonesio en el mismo paquete), y en el que faltan muchas otras. No sólo el esperanto, sino, por ejemplo, el gallego, el vasco y el catalán, que son fáciles de encontrar en Twitter a poco que se muestre interés. Es muy indicativo que la consultora sea francesa, y ni se molesten en buscar estos dos últimos idiomas, también hablados en el país vecino. Tampoco yo sé bretón, y no me ha costado nada, tirando de wikipedia, y sin sofisticados métodos, encontrarme tuiteos en ese idioma.
Así que la conclusión fácil que yo he sacado del estudio, sin mucho calentarme la cabeza, es que si quieres conocer algo sobre el uso de idiomas en Twitter, no contrates a la consultora Semiocast. Pero si quieres saber cómo lograr que tu empresa aparezca en el Washington Post, a lo mejor no es tan mala idea.
Cualquier día me invento yo mismo algún estudio sobre el uso de idiomas, para promocionar el esperanto. Estoy dudando entre su uso en las saunas finlandesas o en los burdeles de Burundi, o sobre la incidencia de gonorrea en el Congreso Juvenil de Esperanto. El sexo siempre vende.
21.2.10
¿Debe Zapatero hablar inglés?
Antes de responder la pregunta del título, necesito presentar una consideración general previa, una anécdota que es más ridícula que graciosa, y un mito que hay que deshacer.
La consideración general, que debería ser obvia, pero que muchos olvidan, es que la idea de que un político debe hablar una lengua concreta no depende sólo de la habilidad lingüística o de consideraciones prácticas, sino que puede constituir una toma de posición ideológica. De la misma manera que en la política nacional algunos políticos promueven una lengua, pero no la hablan, o bien eligen hablar preferentemente una lengua que no es la suya natal, también en la política internacional hay quien defiende el uso del inglés, incluso aunque no lo hable, como una toma de partido a favor de la globalización capitalista y la asunción del liderazgo del gobierno de Estados Unidos.
Para no concentrarnos en la política nacional, quizás sea mejor ilustrarlo con una anécdota chusca procedente de otro país. Hace unos pocos años, un político alemán de segunda fila, el presidente del land alemán de Baden-Württemberg, Günther Oettinger, declaró que el inglés había de ser el idioma en que se desarrollasen las actividades serias, mientras que el alemán quedaría para la familia y el tiempo libre (Englisch wird die Arbeitssprache. Deutsch bleibt die Sprache der Familie und der Freizeit, die Sprache, in der man Privates liest). Nadie le tomó en serio, y pronto quedó clara su incompetencia, hasta que la canciller Merkel pronto se deshizo de él, y le envió donde no molestase mucho: desde hace unas semanas es el nuevo Comisario europeo de Energía. No ayudó nada a su imagen la constatación de que su inglés es menos que óptimo. Aquí puede verse una muestra:
La primera parte son sus declaraciones iniciales en alemán sobre el papel del inglés. El resto es una demostración de la sinceridad de su opinión. Si no lo has entendido muy bien, alguien se ha molestado en subtitularlo (gracias, por cierto, a Dirk por la pista)
Como se ve (y este es el mito al que aludía al comienzo), no es algo propio sólo de España. El debate es similar en el resto de países.
Y eso que estamos hablando de Alemania, donde el nivel de multilingüismo es muy superior a otros países. Hace unos años, el semanario The Economist publicó un reportaje comparando las habilidades lingüísticas de los miembros de los gobiernos inglés y alemán. En el caso del inglés, sólo tres ministros hablaban una lengua adicional: Blair que se defendía bien en francés, David Blunkett que había estudiado esperanto (aunque en su evolución política, entre los muchos ideales que ha abandonado también se encuentra esta lengua) y otro más, que no recuerdo que fuera Gordon Brown. En cambio, la mayoría de los ministros alemanes hablaban alguna otra lengua, y no necesariamente el inglés: varios dominaban el francés, otros el ruso, un par de ellos el latín, y uno el español, si no recuerdo mal (el artículo ha desaparecido de la red). Me parece que ésta es la clave: los británicos no ven la necesidad de aprender otras lenguas, ni siquiera aunque sean nombrados comisarios europeos (hay varios ejemplos de ello), mientras que para el resto de políticos se da por supuesto que deben conocer esta lengua, incluso para formar parte de instituciones en la que el inglés no es el único idioma oficial.
Hechas estas consideraciones, creo que ahora puedo comentar el hecho de que Zapatero no hable inglés. Debo empezar diciendo que me parece lamentable la ignorancia de gran parte de los políticos españoles con relación a las lenguas. Creo que por un lado se debe a ciertos complejos de superioridad sobre el papel internacional del español, claramente exagerado, y por otro lado es una muestra del ensimismamiento de la política española. Ya en los años 30 se quejaba Salvador de Madariaga del descuido que Azaña y otros políticos de la época habían manifestado a las relaciones internacionales, y de cómo una actitud distinta habría ayudado mucho a la República a tejer alianzas, que hubieran llevado a otra actitud de las potencias europeas cuando se produjo el golpe de estado. Un cierto interés en otros idiomas sería muy beneficioso en las relaciones internacionales, y en caso de crisis (no sólo económicas)
Pero no debe ser sólo el inglés. Conocer otras lenguas, empezando por las más cercanas, demuestra interés y respeto, y ayuda a establecer relaciones de confianza. Ese desinterés es el que hay que reprochar a Zapatero... y a Rajoy.
Ni siquiera hace falta saber los idiomas bien. No tengo mucho cariño al ex presidente Aznar, pero no comparto las risas generalizadas que suelen generar sus intentos de hablar otras lenguas, sea inglés, alemán, italiano o catalán. Me parece una muestra de respeto (aunque a veces no parezca sincero) hacia sus anfitriones. De la misma manera, no critico que Günther Oettinger no sepa hablar inglés, sino, al contrario, su sumisión intelectual a esta lógica ilógica.
Peor es hablar con acento tejano: ahí sí que Aznar muestra lo mismo que Oettinger: sumisión al jefe.
17.2.10
En papel (2)
Si ayer decía que mi una de mis últimas contribuciones sólo la podría leer quien supiera esperanto, la segunda que me acaba de llegar ya lo puede leer más personas, ya que se trata de un libro bilingüe. Aunque debo decir rápidamente que no en castellano, sino en doble edición catalán-esperanto. Se trata de la recién editada "Historia del esperanto en los Países Catalanes".
Alguna vez he dicho que la historia del esperanto es muy interesante incluso para los que no hablan este idioma, pero que desgraciadamente se dispone de muy poco material escrito en castellano, menos incluso que en catalán, donde se ha hecho un meritorio esfuerzo por parte de un grupo de compañeros de la Asociación Catalana de Esperanto, por dar a conocer este patrimonio desconocido.
Mi contribución ha sido doble. Por una parte, el artículo sobre la utilización del esperanto durante la guerra civil, que presenté con Ulrich Lins en el Congreso Internacional sobre este acontecimiento histórico, y que se puede leer aquí. El otro ha sido un texto sobre el movimiento esperantista obrero en Valencia durante los años 30. Creo que puede resultar interesante, porque el protagonismo de los grupos allí organizados durante esta época dieron lugar a actividades con tanta proyección como el Congreso internacional de la organización obrera SAT en 1934, y la publicación durante la guerra de una de las revistas más impactantes que se han editado nunca en esperanto, "Popola Fronto". En algún momento publicaré el artículo, o al menos un resumen del mismo, también en la red.
Como decía, el libro es muy interesante, y espero que ayude a dar a conocer una faceta histórica actualmente desconocida, quizás en parte por la barrera del idioma. El hecho de que ahora aparezca también en catalán ayuda un poco a esta difusión entre las personas curiosas. Aunque en mis sueños está el que algún día podamos hacer algo parecido en castellano. Qué menos.
16.2.10
En papel (1)
Hace ya unos cuantos días que recibí un ejemplar de una revista brasileña, en la que participé con un artículo. Se me había pasado reseñarlo aquí, pero no está de más hacerlo ahora, aunque sea con retraso. La revista se llama "La lampiro" (La luciérnaga), y mi texto trataba sobre el magnífico trato, que ya mencioné brevemente aquí, que recibieron dos exiliados españoles, Otília Castellví y Linus Moulines, por parte de los esperantistas brasileños, cuando recalaron allí durante su exilio tras la guerra civil, y que hizo que a punto estuvieran de quedarse en esas tierras (al final se afincaron en Venezuela). Me pareció conveniente que los actuales herederos de ese recibimiento conocieran el buen recuerdo que ambos mantuvieron durante toda su vida sobre ese episodio.
La revista se puede leer aquí (aunque no lo había dicho, es evidente que está en esperanto, pero, si no lo conoces, siempre se puede echar un vistazo al suplemento interno en portugués)
7.2.10
En Suite101
Hace un par de meses he empezado a colaborar en la web Suite101.net. Hasta el momento la mayoría de artículos tienen relación directa o indirecta con el esperanto, y probablemente así continuará siendo durante una temporada. Espero que se convierta poco a poco en una pequeña enciclopedia sobre ese idioma.
Suite.net es la versión en castellano de Suite.com, una web ya histórica, que recoge artículos de escritores autónomos (free-lance, que se dice), que son pagados a partir de la publicidad insertada en la web. Por lo que he comprobado hasta el momento la calidad de los artículos es muy variable, con una alta proporción de maguferías y textos semiperiodísticos (tómese ese calificativo de la manera que se estime oportuno). Tampoco las visitas son muy grandes, pero supongo que eso se irá consolidando poco a poco.
Conozco de hace tiempo Suite.com, la versión en inglés, que tiene una vieja colección de artículos sobre el esperanto de gran calidad, que durante un tiempo, cuando no existía la wikipedia, era una buena fuente de referencias sobre ese tema. La necesidad de la versión en castellano es algo menor, tal como ha evolucionado desde entonces Internet, pero dada la baja calidad de la wikipedia española todavía hay un hueco para este tipo de ensayos algo más profundos.
Mi último artículo es sobre Petr Ginz, el joven checo judío muerto en el Holocausto, sobre el que ya antes había escrito en esta bitácora. Espero que un texto un poco más sistemático sea de interés para quien no conocía su tragedia.